Una de las tradiciones más celebradas y duraderas en el universo de las músicas populares es la de los discos navideños. Algo en lo que David Bisbal ha inscrito su nombre con letras de oro intentando competir en un mercado que desde hace años tiene como dueña del trono navideño a Mariah Carey.
Hacía tiempo que el intérprete almeriense anhelaba sumarse a ese plantel artístico de relumbrón y ahora cumple ese sueño con Todo es posible en Navidad, álbum que suma nuevas perspectivas a su carácter de intérprete polifacético y aventurado. Siempre dispuesto a asumir desafíos, el artista ha cuidado hasta el último detalle del proceso creativo, cuajando una obra cercana, accesible e inequívocamente transversal.
Diez canciones en las que el solista derrocha todo su talento. Por la alegría que transmite en la mayoría de ellas, pero también por la delicadeza con que aborda las pistas de naturaleza más íntima y melancólica. Y se nota que no ha querido hacer un trabajo formulario o convencional. Todo es posible en Navidad sobresale más allá de los márgenes del género gracias a su amplitud instrumental gracias al acompañamiento de la Budapest Art Orchestra y a su variedad estilística. Es un disco de apenas media hora pero en el que pasan un montón de cosas.
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