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El cantautor colombiano Juanes, el niño gigante de Medellín, el que convirtió canciones en himnos con su banda, el que puso de moda la camisa negra y alcanzó la plenitud regresando a su origen, cumple este martes 50 años con una carrera llena de éxitos que les ha dado alas a los músicos de su país.

Nacido el 9 de agosto de 1972 en Medellín, Juan Esteban Aristizábal Vásquez, ícono del rock latino, ha vendido más de 20 millones de discos y acumulado 26 Grammy Latinos y Tres Grammy desde que tomó hace cerca de 25 años su mochila para perseguir en solitario «el sueño americano»

De una infancia arrullada por Gardel, Los Visconti y Los Chalchaleros, el menor de los Aristizábal, diseñador industrial que nunca ejerció, migró a la guitarra eléctrica cuando descubrió en su adolescencia a Metallica, Slayer y Sepultura, entre otros.

 “Me crié en una familia muy metida en la música popular, de corte folclórico, pero a los 13 años escuché por primera vez el disco Born in the USA, de Bruce Springsteen y, sin entender una palabra, me volví loco”, rememoró. 

En las calles de Medellín, un hervidero musical en los años 80, moldeó su espíritu creativo. Se hizo más radical y rebelde con el metal como forma de expresión y escape para la guerra entre el Estado y la mafia que padecía la ciudad.

 «Juanes siempre ha sido un paisa más. Nunca cambió ni perdió su esencia. Llegaba a las entrevistas en moto y con su cabello largo «De esa época, cuando aún no era una superestrella, puedo decir que Juanes ya era un joven genio de la música», señaló «Cal» Acosta, quien conoció en primicia ese emblemático tema en un restaurante de Medellín, cuando la mexicana Marusa Reyes, mánager de Caifanes, estaba muy cerca del colombiano.

Juanes, padre de Luna, Paloma y Dante, y pareja de Karen Martínez, concluyó su aventura con Ekhymosis en 1999 y emprendió un viaje más ambicioso. Empezó con su disco «Fíjate bien» en el que mezcló ritmos latinos y expuso sus sentimientos profundos sobre su familia y la violencia en su país, al hablar de las minas antipersonal, como un asomo del activista en el que se convertiría con su Fundación Mi sangre.